ME SIGUE GUSTANDO
Pío
Domingo Rosales Sena
México.
Quod
amare sit Dea amoris amart Jacqueline
Me
sigue gustando
su
sonrisa,
sus
senos,
la
esponja de su lengua,
las
delgadas alas
que
inmemorablemente extiende
sobre
la blancura de las sábanas.
Me
sigue gustando
como
hacemos el amor
al
final de la tarde,
como
abrimos al - el cuerpo
a
las nuevas brasas
al
indolente deseo.
Me
gusta que estemos solos,
para
masticarnos
de
puro placer
de
placer puro,
para
vocalizarnos
de
puro gusto
de
gusto puro
cantar
sobre la tierra oscura.
Me
ha besado tantas veces
que
pienso en la eternidad del hemisferio,
en
la eternidad de las bugambilias
en
las sombras ardientes
volando
detrás de los orgasmos.
Ignoro
cuanto tiempo
permanezco
dopado con sus besos,
besos
suave orgíasticos de sus labios
superiores
e inferiores.
Labios
que me llevan a pensar,
pensar
siempre
siempre
pensar
en
la estructura molecular de los quásares,
en
la teoría cuántica,
en
la expansión interminable del espacio
espacio
cálido húmedo
húmedo
cálido de su ser.
Lúcidamente,
kamasutricamente
sus
columnas dóricas
me
cobijan, me aprietan,
me
acostumbran, me tumban.
Me
acostumbro a que me apriete,
a
cobijarme con recuerdos
casi
al final de la madrugada
cuando
encuentro su amor
pegado
en la almohada.
Días,
meses, años nado en ese amor
entre
alteros de papeles y poemas escritos
escritos
en su piel con la copiosa esencia de mi ser.
Años,
meses, días juego con la ausencia
adelgazo,
tomo
vino a escondidas
a
escondidas tomo su vino
para
abrir los sobres de la ausencia
y
escanciar la juventud derramada
el
torrente de sangre
que
hace el milagro
de
detener los relojes del mundo…
De
fundir el espacio – tiempo
la
relatividad bigbánica de nuestros cuerpos
en
la geometría tántrica del eros del amor.
ASI LA DESEO
Pío
Domingo Rosales Sena
México.
Así
la deseo
con
una sola voz,
con
banderas desplegadas,
ardiente,
llorando
mariposas.
Así
la deseo
febril,
calcinada,
injertada
de humedad,
de
laberintos sin minotauros,
de
rincones oscuros
sin
medusas
que
reviertan el destino.
El
mar arroja en la arena
a
la ola, a los ahogados,
los
lanza a la playa como peces arponeados,
así
arrojo a la playa de tu mar Egeo
mis
tritones a media noche, mis peces
brillan
sin escamas
abren
desmesuradamente las branquias
aniquilados
en
la inmensidad del mundo,
tu
mundo,
célula
de vida
encerrada
en la caverna pelágica de Poseidón.
Así
la deseo
obnubilada,
con
trozos de manzana
girando
en la conciencia,
en
el mar,
en
la punta
de
este Ulises,
de
una estrella,
tejiendo
cual Perséfone
desnuda
de cuerpo
el
hilo astártico – íaquico
por
el puerto
donde
encalla la luna,
nuestra
luna.
COPA DEL AMOR
Pío
Domingo Rosales Sena
México.
Quiero
hacer una oda
con
mis manos
en
tu cuerpo,
con
mi cuerpo
hacer
alejandrinos
en
tu piel.
En
la cumbre
de
tus bellas montañas
componer
sonetos,
en
la comarca gala
de
ritmo cadencioso
realizar
danzas
y
poemas gitanos.
No
puedo negarlo
necesito
rimar en tu cuerpo
poesía
en movimiento,
negarlo,
sería
negar mi propia existencia.
Te
amo y…
la
intensidad de tu cuerpo
es
prolongación erótica
de
la intensidad de mi cuerpo.
Cuerpos
que al fundirse
en
la danza atávica de eros
se
perlan de sudor…
Sudor
que reclama
ser
re – cogido
en
la copa del amor.
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